Figuras de papel
No es noticia ni novedad el hecho que estemos
gobernados por personas que no buscan el beneficio común, sino el propio y el
de sus allegados. Con la famosa 4T o Cuarta transformación -que parece más una
transformación de cuarta- mucha gente esperaba un cambio real en el país, sin
embargo, parece ser que, sí lo hubo, pero este dirigido por un resentimiento
social y una incapacidad por parte de los gobernantes como no se había visto en
mucho tiempo.
Hace unos días se dio la noticia de que un
simpatizante de Morena intentó venderle al diario El Universal una noticia en
la que según en un documento se exhibía un complot en contra Andrés Manuel
López Obrador. La siguiente noticia sobre dicho plan denominado Proyecto BOA
(Bloque Opositor Amplio) fue el pasado martes 9 de junio cuando en las
“mañaneras” el presidente comentó que el “pueblo” le había hecho llegar un plan
para debilitarlo, justo el mismo documento que el morenista había entregado un
día antes a El Universal.
Lo absurdo de todo esto es el que, si el presidente
quiere saber más acerca de todo esto, por qué no solo le habla a este morenista
para saber todo acerca del “maquiavélico” Proyecto BOA, para qué hacer tanto
circo sobre algo que puede saber de primera mano. A pesar de todo esto, el
cuento de la BOA tuvo algunos aspectos positivos debido a que el presidente
reveló a quiénes considera sus enemigos, y si algo le sucede a alguno de los
mencionados, ya sabemos quién es el autor -así de listo es nuestro
presidente-. También nos dejaron ver que
no tienen ninguna intención de soltar el poder democráticamente y que ese
bloque opositor de partidos es indispensable. Son aspirantes a dictadores y el
poder los obsesiona, cualquier decisión que se ha hecho en esta administración
ha sido tomada de forma autoritaria y con muchos intereses de por medio.
Lo único que hasta el momento es real son algunos
grupos de oposición que buscan una alianza electoral para sacar a Morena y al
presidente del poder. Y para ser sincero, es la única esperanza que le veo a un
México que ha sido golpeado política, social y económicamente, desde hace
muchos años. Las personas que se habían mostrado a favor de un “cambio” y una
“transformación”, en este momento se han visto decepcionadas y hasta arrepentidas
por haber tomado una mala decisión electoral. Lo único que me sorprende, fue cómo
pudieron caer en un circo tan pobre, cuando esta situación en las que nos
estamos viendo inmersos, se veía desde que Andrés Manuel se lanzó como
candidato a la presidencia.
Lamentable o afortunadamente este gobierno se ha
puesto la soga al cuello con tantas malas decisiones -por no decir pendejadas- que
se han tomado en esta administración. Con planes tomados de forma precipitada
sin pies ni cabeza, desempleo, falta de apoyo a empresarios y, sobre todo y lo
más importante, un presidente de papel que está en un cargo que le queda igual
que la ropa que usa: grande.
Mauricio Manríquez
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