El sexo bajo el efecto de diferentes drogas.
Por: Osvaldo Martínez Hernández

El sexo se define como incitar los sentimientos sexuales propios o ajenos al tener un contacto coital, vaginal, oral o anal. En otras palabras, es tener una experiencia al relacionarse con otro ser humano de cualquier género, es cuando nuestros sentidos son estimulados de distintas maneras y hasta con objetos, texturas, sabores u olores.



Encontrarte bajo el efecto de las drogas, al igual que el sexo, es una experiencia única, dependiendo cuál sea.


El alcohol causa efectos que no podrías experimentar sin estar bajo un incremento, esto porque al ingerir una bebida con alcohol, tu organismo sólo necesitará 355ml para estarlo, tomando en cuenta que el promedio de esa cantidad son 4,5% de alcohol. Existe un aparente deseo erótico bajo la ingesta de alcohol que se ha demostrado por el incremento de niveles de oxitocina, los cuales te vuelven vulnerable a realizar ciertas actividades como bailar, cantar e incluso tener sexo.
Pero también es verdad que dificulta el orgasmo femenino porque inhibe ciertas partes del sistema nervioso central las cuales nos hacen sentir, precipita la disfunción eréctil para el hombre y aumentan los niveles de violencia.
La mayoría de personas no recuerda cómo fue su desempeño o el de su pareja durante el acto sexual, esto se debe a que después de beber en exceso, el alcohol hace que olvidemos a corto plazo qué fue lo que sucedió mientras bebimos, esto depende de la cantidad y del organismo de una persona, pero aproximadamente para no recordar nada, las cantidades oscilan entre los 800ml equivalente a 10% de alcohol.


La marihuana se ha usado desde hace mucho tiempo como un compañero del sexo.
Bajo los efectos de esta droga las personas experimentan una disminución de ansiedad, relajación física y psicológica, intensifica la percepción de los sentidos e incrementa la atención hacia tu pareja. Por otro lado, también se ha demostrado que esta sustancia disminuye considerablemente la lubricación vaginal lo cual, la mayoría de veces, causa dolor al tener coito o masturbación.
Las personas que experimentan el sexo bajo esta droga afirman que todo se ve más lento, al estar relajados perciben la realidad en baja velocidad, la estimulación llega a nuevos niveles y afirman sentirse mucho mejor con sus parejas, incluso aquellos que fue algo de una sola noche.


Caso contrario pasa con la cocaína. Al ser una droga bastante fuerte a nivel sensorial, se cree que es un euforizante de los sentidos y sentimientos. Tiene más contras que pros:
La disfunción eréctil disminuye considerablemente, si el uso es excesivo, se pueden dar casos de priapismo (tener una erección dolorosa y prolongada), además de incrementar los celos fuera de control y la disminución de la sensibilidad genital de ambos sexos.
Las personas que experimentan esta droga durante el sexo afirman que su entorno se maximiza en cuanto al tiempo, es decir, perciben todo a gran velocidad. Llegan a un orgasmo con mayor facilidad y afirman sentir un lazo más fuerte entre su pareja sexual.


La heroína es extremadamente mala en relación con el sexo.
Impide el orgasmo, reprime la eyaculación, inhibe el deseo sexual y la disfunción eréctil. En mujeres disminuye el deseo sexual y ocurren alteraciones en la menstruación.
Se cree que la heroína por una parte relaja la actividad sensorial al estar “noqueados” por el golpe al sistema, pero muchos desmienten esta teoría al afirmar que dicha sustancia los hace sentir más sus sentidos al momento de tener relaciones sexuales.

Dentro de los estudios que han hecho con la heroína y con testimonios poco creíbles, la realidad es que no es necesario usar esta o cualquier droga o alucinógeno para poder tener sexo placentero.
El sexo es disfrutar de una experiencia, no hay necesidad de nada más, más que el deseo.

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