México no está preparado para el semáforo naranja
Tras el reinicio de algunas actividades después de tres meses resguardados por causa de la pandemia que vive el mundo, la Ciudad de México dio sus primeros pasos rumbo a la nueva normalidad con el arranque del semáforo naranja, vendedores de alimentos en vía pública y pequeños comercios no esenciales reanudaron actividades.
Así dio inicio a la fase naranja, ya que la hospitalización por COVID-9 se ha reducido, esta fase permitirá la reactivación de labores como la apertura de restaurantes, estéticas, peluquerías, salones de belleza, tiendas departamentales y centros comerciales. De igual forma, se permitirá la actividad mercantil al menudeo, la labor de las trabajadoras del hogar, las actividades deportivas al aire libre y la reanudación de labores en el Centro Histórico.
¿Los mexicanos estamos preparados para salir a la calle? No lo creo, la gente no usa cubrebocas y si lo traen, no lo utilizan adecuadamente, no tienen el respeto por la distancia entre individuos. Y lo hablo en mi experiencia, la gente se forma a menos de medio metro de otra persona.
Las medidas que impidan el contagio como el distanciamiento social evitarán una segunda ola; un estudio de la Universidad de Cambridge -en Reino Unido- ha demostrado con un modelo matemático que una combinación de medidas puede ser muy eficaz.
Estos investigadores dicen que la clave está en el uso combinado de varias medidas de prevención, incluyendo el uso masivo de mascarillas que funcionan como una barrera ante las gotas que pueden contagiarte del virus, según esto si más de la mitad de la población usará mascarilla, la propagación del COVID-19 se reduciría drásticamente, permitiendo aplanar las futuras olas de la pandemia y haciendo las cuarentenas menos estrictas, pero los cubrebocas por sí solos no harán milagros. El modelo matemático que usaron los científicos muestra que el contagio se podría contener cuando se combinan los tapabocas con el distanciamiento social, el lavado constante de manos y las cuarentenas si fuera necesario.
Algunos países de Asia -como Taiwán. Japón o Corea del Sur- son ejemplos de cómo el uso masivo de mascarillas ha contribuido a controlar el virus evitando la temida segunda ola luego de abrir sus economías. Entonces volviendo a la pregunta, los mexicanos no tenemos la empatía o la educación para cumplir con estas medidas se seguridad para no desencadenar una ola de coronavirus.
El éxito de algunos países controlando la pandemia sí es posible, pero depende de que se tomen las medidas adecuadas en el momento justo, pero si se cometen errores en el momento que se levantan las restricciones y no se aplican las medidas oportunas, es cuestión de segundos que nazca una segunda ola de contagios.
Aunque tengamos el semáforo en naranja, tratemos de seguir en casa, evitando salir lo menos posible y si es así, con las medidas pertinentes.
Alejandro Ortíz Vega
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